Cada lectura de la Biblia se coloca necesariamente en un contexto dado, y el único contexto en el que el creyente puede estar en plena comunión con Cristo es la Iglesia y su tradición viva
El punto de partida de toda teología cristiana es la acogida de
esta Revelación divina: la acogida personal del Verbo hecho carne, la
escucha de la Palabra de Dios en la Escritura. Sobre este punto de partida, la teología ayuda a la inteligencia creyente de la fe y a su transmisión. Toda la historia de la Iglesia muestra, sin embargo, que el reconocimiento del punto de partida no basta para alcanzar la unidad en la fe. Cada lectura de la Biblia
se coloca necesariamente en un contexto dado, y el único contexto en el
que el creyente puede estar en plena comunión con Cristo es la Iglesia y su tradición viva. Debemos vivir nuevamente la experiencia de los primeros discípulos, que “se
reunían asiduamente para escuchar la enseñanza de los Apóstoles y
participar en la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones”
(Hch 2,42)
Extracto de: Discurso - A los miembros de la sesión plenaria anual de la Comisión Teológica Internacional (28 - 2 de diciembre de 2011).
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