El objeto de nuestra esperanza es el disfrute de la presencia de Dios en la eternidad

El objeto de nuestra esperanza es el disfrute de la presencia de Dios en la eternidad. Lo ha prometido Jesús a sus discípulos, diciendo: “Yo os volveré a ver, y tendréis una alegría que nadie os podrá quitar” (Jn 16,22). 

Extracto de: Ángelus - 1 de noviembre de 2011 (Solemnidad de todos los Santos).

Comentarios

Popular Posts

El odio es un fracaso, la indiferencia un callejón sin salida y el diálogo una apertura.

El diálogo interreligioso mal entendido conduce a la confusión o al sincretismo

Cada lectura de la Biblia se coloca necesariamente en un contexto dado, y el único contexto en el que el creyente puede estar en plena comunión con Cristo es la Iglesia y su tradición viva