La familia por vocación propia presta un servicio maravilloso y decisivo al bien común de la sociedad y a la misión de la Iglesia.

Ella por vocación propia presta un servicio maravilloso y decisivo al bien común de la sociedad y a la misión de la Iglesia. En efecto, la sociedad no es una mera suma de individuos, sino el resultado de relaciones entre las personas, hombre-mujer, padres-hijos, entre hermanos, que tienen su base en la vida familiar y en los vínculos de afecto que de ella se derivan. Cada familia entrega a la sociedad, a través de sus hijos, la riqueza humana que ha vivido. Con razón se puede afirmar que de la salud y calidad de la relaciones familiares depende la salud y calidad de las mismas relaciones sociales.

Comentarios

  1. o futuro e o êxito da humanidade esta dentro da Igreja Católica porisso que sou da renovação carismática e Agente da Pastoral da Sobriedade.

    Um grande abraço meu saldoso Papa Bento que Deus continue te abençoando...

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