La justicia, junto con la verdad, el amor y la libertad es un exigencia fundamental para una paz duradera y segura en el mundo.
Todos
nosotros estamos llamados a comprometernos de nuevo con la promoción de
una mayor justicia y dignidad, para enriquecer nuestro mundo y darle una
dimensión humana total. La justicia, junto con la verdad, el amor y la
libertad es un exigencia fundamental para una paz duradera y segura en
el mundo. El movimiento hacia la reconciliación exige valentía y visión,
así como la confianza en que Dios mismo nos mostrará el camino. No
podemos conseguir nuestros objetivos si Dios no nos da la fuerza para
llevarlos a cabo.
Extracto de: Discurso - Representantes de la delegación del Consejo de Jefes Religiosos de Israel (Vaticano, 11 de noviembre de 2011)
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