La oración pide escucha y respuesta, solicita un contacto, busca una relación que pueda darle consuelo y salvación.
Dios calla y este silencio hiere el ánimo del orante, que llama
incesantemente, pero sin encontrar respuesta. Los días y las noches se
suceden en una búsqueda incansable de una palabra, de una ayuda que no
llega; Dios parece muy distante, muy olvidadizo, muy ausente. La oración pide escucha y respuesta, solicita un contacto, busca una relación que
pueda darle consuelo y salvación.
Comentarios
Publicar un comentario