No se ha de temer a la modernidad, pero tampoco se puede construir olvidando el pasado.
No se ha de temer a la modernidad, pero tampoco se puede construir
olvidando el pasado. Debe ir acompañada de la prudencia para el bien de todos,
evitando los escollos que hay en África, lo mismo que en otras partes, como la
sumisión incondicional a las fuerzas del mercado o las finanzas, el nacionalismo
o tribalismo exacerbado y estéril, que puede llegar a ser funesto, la
politización extrema de las tensiones interreligiosas en detrimento del bien
común o, finalmente, la erosión de los valores humanos, culturales, éticos y
religiosos.
Extracto de: Discurso - Ceremonia de bienvenida en el aeropuerto internacional "Card. Bernardin Gantin" de Cotonú (18 de noviembre de 2011). Viaje Apostólico a Benin ( 18-20 noviembre de 2011)
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