Sólo Dios purifica los corazones y las intenciones
No es fácil vivir en la condición de servidor, de mantenerse
íntegro entre las corrientes de opinión y los intereses poderosos. El
poder, de cualquier tipo que sea, ciega fácilmente, sobre todo cuando
están en juego intereses privados, familiares, étnicos o religiosos. Sólo Dios purifica los corazones y las intenciones.
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