Hoy los cristianos estamos llamados a ser testigos de la oración, porque nuestro mundo está a menudo cerrado al horizonte divino y a la esperanza que lleva el encuentro con Dios
Hoy los cristianos estamos llamados a ser testigos de la
oración, porque nuestro mundo está a menudo cerrado al horizonte divino y
a la esperanza que lleva el encuentro con Dios. Que
en la amistad profunda con Jesús y viviendo en Él y con Él la relación
filial con el Padre, a través de nuestra oración fiel y constante,
podamos abrir las ventanas hacia el Cielo de Dios. Incluso en el
recorrido del camino de la oración, sin consideraciones humanas, que
podamos ayudar a otros a recorrerlo: también para la oración cristiana
es verdad que, caminando, se abren caminos.
Extracto de: Catequesis sobre La oración de Jesús (30 de noviembre de 2011)
Comentarios
Publicar un comentario