Hoy, más que nunca, la apertura recíproca entre las culturas es el terreno privilegiado para el diálogo entre los que están comprometidos en la búsqueda de un humanismo auténtico
Hoy, más que nunca, la apertura recíproca entre las culturas es el terreno privilegiado para el diálogo entre los que están comprometidos en la búsqueda de un humanismo auténtico. El
encuentro de las culturas en el ámbito universitario debe ser, por
tanto, animado y apoyado, teniendo como base los principios humanos y
cristianos, los valores universales, para que ayude a hacer crecer a una
nueva generación capaz de diálogo y discernimiento, comprometida a
difundir el respeto y la colaboración por la paz y el desarrollo. Los
estudiantes internacionales, de hecho, tienen la potencialidad de
convertirse, con su formación intelectual, cultural y espiritual, en
artífices y protagonistas de un mundo con un rostro más humano.
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