La oración de Jesús toca todas las fases de su ministerio y todas sus jornadas. Las fatigas no la bloquean.
También en nuestra oración debemos aprender, cada vez más, a
entrar en la historia de salvación donde Jesús es el culmen, renovar
ante Dios nuestra decisión personal de abrirnos a su voluntad, pedirle a
Él la fuerza de conformar nuestra voluntad a la suya, en toda nuestra
vida, en obediencia a su proyecto de amor para nosotros. La oración de Jesús toca todas las fases de su ministerio y todas sus jornadas. Las fatigas no la bloquean.
Extracto de: Catequesis sobre La oración de Jesús (30 de noviembre de 2011)
Comentarios
Publicar un comentario